Nada más entrar al acto III nos encontramos en lo alto del baluarte, presenciando una guerra brutal de fondo, la fortaleza bastión está siendo atacada por las hordas de Azmodán y el héroe llega en medio de la batalla.
En la ciudad, Leah intenta contener el poder de la piedra de alma negra y Tyrael nos encomenda la primera misión.
Misión 1: El asedio de la fortaleza bastión
Las almenaras de la fortaleza deben ser encendidas para poder reagrupar y motivar a las tropas para no abandonar la batalla y seguir plantando resistencia a las innumerables hordas de demonios.
Misión 2: Volver las tornas
Una vez encendidas, una visión de Azmodán nos instará a abandonar la lucha porque nunca le derrotaremos, frase que tooodos los jefes de Diablo III repiten constantemente.
La misión nos lleva por el fuerte de piedra para ayudar a levantar las catapultas, pero antes de ello habrá que hacer un pequeño evento al ayudar al capitán Haile a alzar un puente levadizo.
Misión 3: La brecha de la fortaleza
A pesar del contraataque que las catapultas han lanzado, las hordas de Azmodán han conseguido abrirse paso por las mazmorras de la fortaleza. El héroe se dirige a este lugar con tres niveles donde finalmente nos enfrentaremos con el primer minijefe de este acto (y tiene varios): Ghom, el señor de la gula.
Misión 4: La piedra inquieta
Una vez derrotado al pestilente Ghom y liberada la fortaleza de sus ataques más inminentes, el héroe se dirige a hablar con Leah que está teniendo problemas con la piedra de alma negra.
Una vez allí, la piedra libera a varias alimañas tenebrosas, fáciles de derrotar.
Misión 5: Máquinas de guerra
Es hora de continuar rechazando los embistes de las tropas de Azmodán y el héroe se dirige a los campos de batalla, donde deberá destruir tres balistas demoníacas y un fundíbulo que están asediando la fortaleza .
Misión 6: El asediador
El paso de Rakkis dirige al héroe y a Tyrael hacia Azmodán, ha llegado el momento de buscar al demonio que está asolando la zona. Tras pasar el puente y llegar al filo del abismo nos debemos enfrentar a un nuevo minijefe conocido como: Asediador.
Como curiosidad, he de decir que este minijefe salió en el primer vídeo del juego en 2008 en otra ubicación totalmente distinta.
Misión 7: Seno del pecado
Cada vez más profundo, el héroe comienza a bajar por el cráter Arreat para destruir los corazones del pecado que Azmodán usa para fortalecer a su ejército.
Estas zonas son especialmente largas y difíciles. Poco a poco Cydaea, la doncella de la lujuria, empezará a hacer apariciones y tendremos un primer enfrentamiento antes de destruir el primer corazón del pecado.
Al acceder por fin al foso de los malditos, tendremos el segundo enfrentamiento con Cydaea, tercer y último minijefe del acto.
Sin embargo la misión no termina aquí puesto que Azmodán se encuentra sólo una zona más allá. Tras pasar el núcleo de Arreat llega la lucha con el jefe final del acto III.
Azmodán es un demonio enorme con ataques de todo tipo, charcos de destrucción (conocidos como chapapote), lluvia de cadáveres, empujones…
La derrota de Azmodán permite encerrar su alma en la piedra de alma negra y así lo hace Leah, terminando por fin con todos los demonios encerrados en esta piedra.
Al volver al baluarte, se desata una escena que dará un giro a los acontecimientos. Adria traiciona a toda la humanidad y siguiendo las órdenes de Diablo consigue que todo el poder embebido en la piedra de alma negra tome el cuerpo de Leah, transformándola así en el demonio mayor, la unión de todos los demonios.
Este demonio se dirige a los Altos Cielos para terminar de una vez con la existencia de los ángeles y Tyrael le sigue por el portal que se abre. El héroe entra por ese portal y ahí empieza el acto IV.
Eventos
- Demonios en las murallas: almenas de la corona celeste
- Forjado en la batalla: mazmorras de la fortaleza
- Lazos de sangre: cuartel
- El curso de la batalla: campos de batalla
- Alcanza la cima: paso de Rakkis
- Día de gloria: paso de Rakkis
Conclusión
Para mí, el acto III es el más divertido, la variedad de sus localizaciones es mucho mayor que las de los otros actos, tenemos llanuras heladas, mazmorras, fortalezas y recorremos prácticamente el mismo infierno. Además es largo con diferencia, a pesar de tener pocos eventos aleatorios.
Además los acontecimientos y el giro argumental del final son quizá el momento más importante de Diablo III (junto con el final del juego) y nos revela que realmente la piedra de alma negra era un plan que Diablo tenía para crear al demonio mayor, cumpliendo así la profecía del fin de los días.
¿Cuál es vuestra opinión sobre la historia relatada en el Acto III?